¿Conoces el efecto que produce el agua en tu piel? ¿Sabes cuál es la temperatura más adecuada?
Dependiendo del tipo de piel que tengas y de los hábitos que realices, los efectos serán distintos.
Te apuntamos algunos consejos que debes tener en cuenta.
El agua fría
aumenta el tono cutáneo, contrae los capilares y los poros, inhibe las
secreciones. Se puede utilizar en todos los tipos de piel,
pero con especial precaución en el caso de vasos dilatados y capilares.
El agua templada es la ideal para todo tipo
de pieles, ya que limpia suavemente y tiene efecto
calmante.
Utiliza agua caliente con precaucion, sobre
vasos capilares dilatados o enrojecidos. El efecto dilata los
capilares y estimula la circulación y
las secreciones.
Para pieles del tipo grasa, piel sensible o enrojecida, te
recomendamos agua muy caliente, ya
que limpia y ablanda la
epidermis, dilata los capilares estimula la circulación.
Si eres amante del baño, debes saber que para la higiene diaria es preferible la ducha, no
obstante puedes darte el gusto un día en semana. Además bañarte en agua
caliente con frecuencia puede ser perjudicial para la piel debido a que puede
resecarla.
Para
relajarte lo ideal es una buena ducha, con el agua a una temperatura aproximada
de 35 grados.
Toma nota de todo y disfruta del agua.
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